Desde que tu estas
Hoy como otros días, solo espero impaciente que llegue la cómplice noche para que nos acompañe, que nos permita disfrutar y compartir nuestro fugaz encuentro, y es que solo así, a solas, y en la penumbra de una luz tenue, puedo escaparme un rato de todo y compartir junto a ti estos gratos momentos. Hoy recuerdo siempre aquella primera vez, en la que aprendí a tocarte, a deslizar mis manos inexpertas sobre aquellas partes tuyas, con las que poco a poco, pudimos entendernos, disfrutar y descifrar esta pasión que a veces compartimos. Fueron aquellos primeros días de aprendizaje, en que los temores y la inexperiencia se hizo notar en cada encuentro. Me embargo la torpeza y el miedo, ahora se que fueron sensaciones normales y necesarias para todo principiante, pero, que al paso de los días y con cada nuevo encuentro pudimos superarlo y transmitir todas estas cosas que salen de mi y solo tu las entiendes, sabes, en muchas ocasiones del día pienso tantas cosas que quisiera decirte y aunque t